Tantas polémicas causó el DSM 5 y sus implicaciones y hace poco, por ser exacto en mayo, se publicó en EE.UU. y entró en vigor sin llamar más la atención. En esta entrada vamos a ver algunos de los cambios lleva el DSM 5 en comparación con el DSM IV.
La página web para el DSM 5, en la que se recogen todas las novedades, incluye una sección sobre el diagnóstico y su conexión con seguros. Hay un documento que permite averiguar en qué medida trastornos diagnosticados mediante el DSM 5 son susceptibles a entrar en los seguros o no y qué implicaciones llevan los nuevos códigos para las empresas de seguros.
Otra novedad es que el Trastorno de Déficit de Atención ahora sí deja diagnosticarse juntamente con un trastorno del espectro del autismo, cosa que en el DSM-IV era imposible ya que se encontraban en la misma categoría y por lo tanto no se podían combinar ambos diagnósticos. El DSM 5 sí permite esto, ya que justifica que los trastornos pueden ocurrir conjuntamente por lo que tiene que haber la posibilidad de diagnosticarlo. Y hablando de trastornos del espectro Autista, para diagnosticar tales, ahora es necesario que se den síntomas en la infancia temprana aunque en éste momento no se hayan reconocido para promover de ésta manera el diagnóstico temprano de este trastorno.
En cuanto a la Depresión Mayor, el DSM-IV dejaba un margen de 2 meses de síntomas depresivos que se podían dar en una persona después de la muerte de un ser querido, sin que se le diagnosticara la depresión. Esta exclusión ya no existe en el DSM 5, porque según sus autores de esta manera se logrará prevenir en estadios tempranos el desarrollo de una depresión mayor.
Además el DSM 5 añade una categoría descriptiva al diagnostico de los Trastornos de Conducta, por lo que ahora se puede especificar si se trata de un trastorno que está acompañado de una falta de emociones en el trato interpersonal y de relaciones.
En la nueva edición del DSM se añadió un nuevo trastorno: persona que nacen con un género distinto al género con el que luego se identifican serán diagnosticados conDisforia de Género, lo cual supone una revisión del diagnóstico del DSM-IV del Trastorno de Identidad de Género.
Otro trastorno adicional es el Trastorno Neurocognitivo Leve que pretende describir el deterioro de funciones mentales en el día a día que no se pueden explicar con los procesos normales del envejecimiento. Se trata de diagnosticar el comportamiento inusual como trastorno para no pasarlo por alto sino poder tomar medidas lo antes posible.
La última novedad que vamos a comentar en esta entrada es la de la posibilidad de especificar características mezcladas para el diagnóstico. Todos los que hemos intentado diagnosticar a alguien nos hemos dado cuenta que muchas veces la persona no entra del todo en una categoría, sino también un poco en la otra pero en ninguna del todo,… Este problema se resuelve en el DSM 5 ya que reconoce que a veces es necesario poder incluir aspectos y características de diferentes subtipos del trastorno, ya que en la realidad se dan estas combinaciones y por lo tanto existe la necesidad de poder combinar estas especificaciones.
Si quieres saber más sobre los cambios del DSM 5, échale un vistazo a la página web dónde se puede encontrar toda la información. En general podemos decir que se tratan mayoritariamente de cambios en los que se ha tenido en cuenta la realidad a la hora de diagnosticar casos reales y que las personas no son máquinas o robots que entran 100% en una u otra categoría. Aparte de ello, el DSM 5 está muy enfocado en el diagnóstico temprano de los trastornos mentales para poder tomar las medidas correspondientes lo antes posible y disminuir los efectos de dicho trastorno en la vida diaria del paciente.
Via Britta Troestler en Aula Joven
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