Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe
El BOE define la Psicología Clínica como una
especialidad sanitaria de
Pero más allá del ámbito teórico de esta definición,
quizá tú, como persona inmersa en la oposición PIR, no tienes del todo claro
cuáles son los dispositivos por los que “rotarás” en tu proceso de
aprendizaje y obtención del título de Especialista en Psicología Clínica. Por
ello, se considera conveniente realizar un acercamiento que, aunque no
profundice en la descripción de los dispositivos, sirva de acicate en tu
estudio.
Señalar que el BOE define unas áreas imprescindibles
de rotación que se desarrollan en dispositivos que pueden variar ligeramente
su denominación en función de las Comunidades Autónomas. Asimismo, hay cierto
“margen de maniobra” en el plan de formación y en algunos centros
hospitalarios pueden incluirse dispositivos que no están en otros lugares o
son diferentes.
En todo caso, adoptaremos como referencia los principales
dispositivos sanitarios de la Comunidad de Madrid (se adjunta link a red de
salud mental y guía de recursos) con la finalidad de señalar las patologías
típicas allí abordadas y/o el perfil de los pacientes junto con la modalidad
de atención. No se pretende ser exhaustivos, sino ofrecer una imagen
prototípica de cada uno. Sin más dilación, estos serían los dispositivos:
- Centro de salud mental: se realiza un abordaje ambulatorio de patologías
que, en líneas generales, se identifican con trastornos del espectro de
ansiedad y/o anímico, trastornos adaptativos u otras afecciones que no
requieren un tratamiento más intensivo.
Se programas citas con cierta temporalidad en las que se abordan las
patologías comentadas.
- Unidades de hospitalización breve: responden a las llamadas urgencias psiquiátricas.
Evidentemente cabrían muchas patologías pero es el dispositivo clave donde
ingresan brotes psicóticos o reagudizaciones en esta patología, depresiones
graves (con o sin ideación suicida), estados maniformes, etc. Idóneamente el
período de ingreso es muy breve (aproximadamente 15 días).
- Hospitales de día (adultos / niños y adolescentes): habría dispositivos tanto para adultos como para
niños en los que se abordan procesos que, por la repetición de los ingresos
breves o por la necesidad de una atención más intensiva, requieren un régimen
de hospitalización parcial (horario preferentemente matutino hasta el inicio
de la tarde). Trastornos psicóticos, trastornos de la personalidad,
trastornos de la conducta alimentaria, trastornos afectivos, etc…; son el
objeto de trabajo en este dispositivo durante un período de tiempo entre 3 y
6 meses.
- Unidades de hospitalización, tratamiento y
rehabilitación (adolescentes y adultos): como en el
caso anterior habría dispositivos para adolescentes y adultos. Centrándonos
en los adultos, los casos más habituales son de trastornos psicóticos y
afectivos (sobre todo bipolares) junto con trastornos de la personalidad
graves (p. e.: límites). Supone un régimen de hospitalización completa con un
período máximo apriorísticamente anual.
- Unidades de cuidados psiquiátricos prolongados: los perfiles más habituales son cuadros psicóticos
resistentes y/o refractarios a los tratamientos, si bien no es infrecuente
encontrar trastornos de la personalidad graves que podrían aparecer incluso
comórbidos a los procesos psicóticos. No hay un período máximo de ingreso en
esta hospitalización completa, ya que la gravedad del cuadro y su posible
rehabilitación serán las que determinen la duración del ingreso.
Aunque faltan recursos
como todos los específicos (para urgencias psiquiátricas, trastornos de la conducta alimentaria,
personalidad, discapacidad intelectual, personas
sin hogar, traumas psíquicos o trastornos adictivos), la orientación
presentada aporta una ligera idea de la estimulante trayectoria que puede
esperar al psicólogo interno residente en su formación.
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