MARÍA ÁLVAREZ GARCÍA.
Puesto nº 7. Convocatoria 2013.
Expediente: 2,67
Examen: Aciertos 197, Fallos 24, Blancos 4.
Después de largos meses de estudio y de momentos difíciles, pero también gratificantes, puedo decir que conseguir plaza es posible. Comparto en estas palabras mi experiencia durante este tiempo por si resulta útil y anima a alguien que decida emprender este camino.
Cuestiones de tiempo…
Mi experiencia estudiando el PIR se ha desarrollado a lo largo de 8 meses y medio. Terminé la Licenciatura en mayo y en ese mismo mes comencé a estudiar. He tenido la suerte de poder dedicar estos meses en exclusiva al estudio, y he empleado para ello una media de unas 8 horas diarias en los primeros meses y unas 10-12 horas los tres últimos meses. Sé que son muchas horas, pero se debe a que me gusta estudiar a un ritmo lento. Pero esto depende de cada uno. Lo importante no es el número de horas, sino que las horas que estés delante del libro sean efectivas.
¿Cuál fue mi forma de estudiar?
En este punto puedo decir que es muy útil centrarse solo en los textos de academia. Los manuales de CEDE están muy bien estructurados, muy trabajados, son claros y centran el estudio en lo realmente importante. Creo que para el PIR es fundamental ir con las ideas básicas muy claras, y eso lo puede aportar unos manuales como los de CEDE. Yo no amplié con manuales originales. Me compré algunos de ellos, y aún están esperándome en la estantería. Al principio del estudio me planteé mirarlos, pero a medida que pasaban los meses veía que no me iba a dar tiempo y eso me agobiaba mucho. Al final tomé la decisión de que para esta convocatoria no iba a ampliar porque los manuales de academia ya tenían mucho contenido y lo importante era saberme eso lo mejor posible. Además, hay que tener en cuenta que los manuales originales no tienen siempre un formato adaptado al estudio y es necesario trabajarlos mucho para sacar lo relevante, y en la preparación del PIR, con un temario tan amplio, a mí me resultaba difícil. Solo llegué a abrir uno de esos manuales y lo único que conseguí fue llenar la primera página de lágrimas (y no pasé de la primera página) mientras me desesperaba y me desanimaba pensando que era imposible. Yo animo a confiar en los manuales de academia, al menos, hasta que tener una base de conocimientos lo suficientemente sólida.
Respecto al método de estudio, yo di dos vueltas al temario. En la primera vuelta leí todo el temario, mientras trataba de “absorber” todos los conocimientos que podía. Lo que se olvidase ya daría tiempo a retomarlo en la segunda vuelta. Mi objetivo era tener una visión general de todos los contenidos. En este tiempo fui haciéndome mis propios resúmenes, y la vuelta duró desde mayo hasta principios de noviembre. Es mucho tiempo, pero para mí era necesario tener esa visión general de todo antes de empezar a “unir” los conocimientos. En la segunda vuelta utilicé mis resúmenes. Esta es la vuelta que fue fundamental para mí. Y es aquí donde encuadro mi principal consejo para estudiar el PIR: razonar e integrar.
Es demasiada materia como para saber todos los datos de memoria. Es verdad que hay cosas que hay que memorizar, sí, pero hay que memorizar en un contexto. Yo intentaba razonar todo lo que leía, ¿por qué las cosas eran así? Creo que esto supone una ayuda de cara al examen, porque si no recuerdas un dato, puedes tratar de recurrir al razonamiento que hiciste en su momento para responder a la pregunta. Y para mí, la otra clave es: integrar. Es decir, tratar de conectar todos los conocimientos relacionados con un tema (aunque sean de distintas asignaturas) y darles un sentido. Este trabajo me resultó fundamental porque con ello empecé a sentir que estaba preparada para hacer un buen examen. Creo también que esta tarea de razonar e integrar es el punto en el que es útil el trabajo de los profesores si podéis ir a clase. El trabajo de estudio hay que hacerlo en casa, y yo utilizaría la ayuda de los profesores para resolver las dudas y para que me guiasen en esa tarea de razonamiento e integración. Es decir, trataría de ir a las clases con trabajo ya hecho (al menos, con el material leído).
También me resultó útil hacer las preguntas de los años anteriores, para conocer cómo es la forma de preguntar. Me iba apuntando los errores, de manera que en la segunda vuelta solo repasé esas preguntas falladas. Hacer simulacros creo que es importante porque permite familiarizarse con las preguntas, preparar una estrategia de examen, repasar cosas que creía que sabía pero que fallaba, y ver mis avances.
Otras cuestiones que merecen ser mencionadas…
Una de las cosas principales cuando uno inicia este camino creo que es: tener claro que esto es lo que se quiere hacer. Estudiar el PIR requiere mucho trabajo y algunos sacrificios, y si no se tiene claro, es posible que uno no se involucre en ello lo suficiente. Pero a pesar de que es un trabajo duro, también puede llegar a ser muy gratificante. Para mí ha sido toda una experiencia (y muy positiva), coger todos los conocimientos que tenía de la carrera, ordenarlos y darles un sentido.
Sé que a lo largo de los meses de estudio uno se plantea si está haciendo bien empleando su tiempo en este estudio o no, pero yo diría que este tiempo de estudio es una inversión. Se consiga plaza o no, estudiar el PIR para mí no es una pérdida de tiempo porque uno tiene la oportunidad de aclarar muchas ideas y de colocarlas adecuadamente. Es una inversión en “teoría psicológica” que creo que puede ser útil en cualquier trabajo que pueda desempeñar uno después. O al menos, creo que es un conocimiento que no estorbará.
Para mí hubo momentos difíciles. Pensaba que no me daba tiempo, que era imposible, que había olvidado todo lo que ya había estudiado… Pero no, el conocimiento está ahí (más aún cuando uno lo aprende dándole un significado). Hay que confiar. Para esos momentos, mi consejo es no rendirse, tomarse un respiro y tomar perspectiva, y tratar de continuar con la planificación.
También me parece importante, por un lado, la colaboración y paciencia de las personas de nuestro entorno, y por otro, el cuidarse durante el tiempo de estudio. Creo que es importante descansar y tratar de relajarse. Yo en algunos momentos creo que me excedí en mi forma de estudiar y esto solo me implicó enfermar y perder fuerzas que necesitaba en los últimos meses. Mi consejo es intentar conservar las fuerzas para los meses antes del examen. Ah! Y por supuesto, intentar hablar con gente que también se está preparando el examen (como los compañeros de clase). Dan ánimo en los momentos en que uno lo ve todo difícil y también la oportunidad de debatir las cosas que se están estudiando. Después en el examen uno recuerda esas conversaciones y esto puede suponer una ayuda para responder a una pregunta.
Para resumir, yo diría que: sabéis muchas cosas, solo hay dar sentido y entenderlas; que es duro, pero posible; y que el trabajo que estáis realizando estudiando el PIR siempre será útil.
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