ÁNGELA LARROSA CHACÓN
Puesto nº 59 Convocatoria 2014
Expediente 2,17
Examen: Aciertos 191, Fallos 32, Blancos 2.
Mi vocación ha sido siempre ser psicóloga clínica, así que
desde que empecé la carrera me tuve que tragar a todo el mundo hablando de lo
díficil que era el PIR, que "puff imposible". Sin embargo, para mí
era si no la única forma, sí la más prometedora, así que cuando acabé el Grado,
a finales de mayo de 2013, me dejé un mes de vacaciones para celebrarlo y me
apunté al curso presencial de julio en CEDE. Creo que es importante que los
futuros opositores os apuntéis, en cuanto podais, a clases presenciales, porque
te permite establecer la rutina de estudio, darte cuenta del trabajo que tienes
por delante y en definitiva te ayuda a ponerte las pilas. Las clases son muy
intensas, los profesores son estupendos, se ve que conocen la materia y te
facilitan mucho el estudio, ayudándote a diferenciar entre lo más importante y
lo más específico. En mi caso fue fundamental. En 7 meses pude dar 5 vueltas al
temario, aunque no todas las vueltas me llevaron el mismo tiempo,
compaginándolo con los simulacros y los exámenes de otras convocatorias.
La primera vuelta. Mi objetivo durante los primeros meses era leerme los
manuales, subrayarlos con lápiz y poder utilizarlos para completar los apuntes
en la segunda vuelta. En esta primera, por tanto, simplemente los leía como si
fuera una novela, intentando eso sí, entender lo que estaba leyendo. Esta
vuelta es claramente la más fácil, porque si te gusta la psicología
prácticamente todo el contenido resulta interesante. A corto plazo mi idea era
leerme los manuales antes de las clases correspondientes para así poder
aprovechar más las clases y preguntar las dudas. En septiembre, al volver a las
clases después de agosto, llevaba los manuales bastante avanzados, así que
aproveché para empezar a completar los apuntes de las clases a las que ya había
ido, mezclando la primera y la segunda vuelta. En conjunto terminé estas
dos vueltas a principios de diciembre, un poco después de acabar las clases de
CEDE. Tenía entonces preparados los apuntes con los que pensaba estudiar, así
que me organicé el tiempo restante, dos meses, para poder dar el máximo de
vueltas. Hasta aquí me permití un día y medio de descanso a la semana, algún
viaje de fin de semana y 10 días de vacaciones en agosto. A partir de entonces,
viendo febrero no tan lejos, descansaba los domingos y limité las fiestas de
Navidad a los días clave.
La tercera vuelta fue en realidad la primera en la que me senté enfrente de
los apuntes con intención de aprendérmelos, pero claro, contaba con todo lo que
se me había ido quedando durante las clases y las dos primeras vueltas, así que
aunque fue mucho más duro que lo anterior, tampoco fue desesperante. Creo que
cada uno tiene su forma de trabajar, pero en mi caso estas dos vueltas previas
me permitieron asimilar mejor los contenidos y crear mis propios apuntes,
aglutinando la mayor cantidad posible de conocimientos sin caer en el exceso de
estudiar con los manuales directamente. La tercera me llevó un mes, y en enero
dí la cuarta y la quinta vuelta, a un día por asignatura prácticamente.
Sé que suena a locura, pero eran repasos y también la recta final.
El día del examen estaba nerviosa porque te juegas los meses de estudio en
un día y eso impresiona. Puede que sea algo habitual o no, o que haya sido este
año concreto, pero el examen me pareció completamente diferente a los de otros
años y hacia la mitad comprendí que tenía muchas preguntas sin contestar y que
había que seguir el consejo de los profes de CEDE y si podía descartar 2 ó 3,
responder entre las restantes. En comparación con los simulacros que había
hecho antes éste me pareció muy difícil y por eso salí del examen muy enfadada,
pensando que había hecho el ridículo y que no tenía ninguna posibilidad. No
miré la plantilla cuando salió aunque todo el mundo me preguntaba qué tal y no
era por miedo, sino porque quería tener un mes de vacaciones antes de ponerme a
estudiar otra vez (así de claro lo tenía). Y llegó el día de las listas
provisionales y cuando ví el número de orden casi me da un paro cardíaco. Mi
primera reacción fue preguntar a todo el mundo si el "número de
orden" era el puesto, porque no me lo creía y ya véis, ahora estoy
eligiendo hospital. Conclusión, no hay que desesperar, hay una parte de suerte,
de deducción, de conocimiento inconsciente, que también ayuda, así que aunque
parezca kamikaze en un examen así hay que contestar lo más posible.
Consejos:
· No adoptéis el método ni la
organización de otras personas. Os he contado cómo me organicé yo para daros
una idea, pero es fundamental que desde el principio os montéis vuestro propio
planning, penséis cuánto tiempo os va a llevar leer, estudiar; si preferís trabajar por horas o por objetivos
cumplidos,...y que lo modifiquéis según avanza el año, porque el ritmo de
trabajo que llevaréis al final no tendrá seguramente nada que ver con el del
principio.
· Hay que descansar, salir con los
amigos, tomarse unos días de descanso cuando te agobias o cuando te pones malo
(nada de estudiar con fiebre, que me sé de algún caso) y tener en cuenta todo
esto cuando haces el planning.
· Creo que lo correcto es sacar unas
8 horas al día de estudio. Yo no soy capaz de madrugar por voluntad propia, así
que estudiaba de 10 a 14h y de 18 a 22h, cuando había clase sólo por la mañana.
También os recomiendo ir a la biblioteca porque te permite salir de casa y
vestirte con algo que no sea un pijama.
· En el caso de que sea el segundo
año de estudio puede ser interesante ampliar el temario, pero para el primero
no da tiempo a aprenderse a la perfección todo lo de CEDE, así que no merece la
pena.
· ¡Importante! Hacer los simulacros
y si podéis las convocatorias también. Te permite ver cómo vas, en qué áreas
flaqueas y sobre todo aprender el tipo de pregunta y aguantar las 5 horas
sentado (al principio serán dos, pero tiempo al tiempo). Al corregirlo es
interesante apuntar los fallos para no repetirlos.
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