Lo más conveniente en la preparación del examen PIR es sacar partido a las estrategias de estudio que uno siempre ha empleado durante tu trayectoria como estudiante, pero adaptándolas a las necesidades del examen PIR. Para ello es fundamental tener en cuenta que el examen es una prueba de reconocimiento, no de recuerdo libre. No se trata, por tanto, de memorizar literalmente todos los contenidos, sino conocer los conceptos importantes y relacionarlos entre ellos y con los autores.
El examen PIR es muy exigente por la extensión de los contenidos que aborda, a la vez que requiere un dominio amplio de conocimientos para poder tener garantías de realizar un buen examen. Un primer punto de partida es profundizar especialmente en las materias clínicas que suponen el 70-75% de las preguntas del examen (Psicología clínica, Psicopatología, Psicología clínica infantil, Psicoterapias cognitivo-conductuales, Evaluación psicológica y Psicología de la salud). Por otro lado, otros elementos que sirven de guía para poder discriminar los conceptos y autores más relevantes de los que lo son menos son:
1) Las preguntas de examen. Al realizar las preguntas de convocatorias, te formarás una idea clara de cuáles son los contenidos qué más preguntan en el examen.
2) Los esquemas que figuran al final de cada tema, así como el manual de síntesis de contenidos te servirán para centrarte en los contenidos más importantes.
3) En los manuales están insertadas las referencias a las preguntas de examen desde la convocatoria 2000, por lo que mientras lees los temas puedes darte cuenta de qué preguntan con más frecuencia en el examen.
Respecto a las técnicas de estudio, como recomendación general de estudio la estrategia es:
1) Lectura y subrayado.
2) Memorización y repaso. En la mayor parte de los contenidos, no se trata de realizar un aprendizaje literal, sino profundo, tratando de comprender los conceptos y establecer relaciones entre unos y otros, porque se trata de un examen de reconocimiento. Para ello, puede ser muy útil elaborar esquemas y resúmenes como una estrategia de estudio, que luego puedes aprovechar en los repasos.
3) Repasos posteriores. Puedes trabajar directamente sobre el material subrayado y los esquemas/resúmenes que hayas elaborado. Es imprescindible invertir un tiempo considerable trabajando preguntas de examen que también te servirán como estrategia de repaso.
Por último, para consolidar toda la información en un tiempo prolongado, es necesario dar varias vueltas a todo el material, esto te permitirá afianzar todo lo estudiado. Para ello, como se propone en la Guía PIR, es imprescindible elaborar una planificación del estudio, que te permita organizarte con metas factibles a corto, medio y largo plazo.
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