Unas
cuantas semanas atrás, tuve el placer de poner cara a uno de esos cientos de
nombres que estudiamos durante el PIR y que para mi, hasta entonces, no era más
que uno más: Richard Bentall.
Esta
experiencia fue de lo más gratificante, el poder escuchar de su propia boca eso
que había tratado de memorizar tantas veces, entender su visión
particular de la psicosis y ver de una forma más pormenorizada cuál es su línea
de tratamiento y en qué se fundamenta…
El
encuentro tuvo lugar en el aula del hospital en el que habitualmente damos
docencia y dedicamos al mismo varias horas de la mañana. La exposición se
realizó íntegramente en inglés. He
de reconocer que en principio esta era mi mayor preocupación, ya que llevo un
tiempo sin practicar este idioma y temía perder el hilo de la ponencia; sin
embargo, tuvo la deferencia de hablar de una forma más pausada para que todos
pudiéramos impresionarnos con sus conocimientos… así que sorprendentemente (y
gracias también a que usó diapositivas) me enteré de la práctica totalidad de
la charla.
La
verdad es que su discurso estaba teñido por el característico humor británico, del que curiosamente
nos hizo partícipes a todos, por lo que el encuentro con él más
allá de lo profesional, resultó sumamente interesante.
Nos
habló precisamente de aquello por lo que es conocido, la psicosis, pero además
explicó cómo la paranoia podía resultar algo adaptativo en ciertos contextos y
de cómo no ha sido posible encontrar un punto claro que permita diferenciar la
paranoia normal de la clínica.
Nos
presentó diferentes modelos y lo que varios de ellos tienen en común (una
autoestima negativa, la anticipación y sobreestimación de la amenaza social…) y
también expuso cómo en el procesamiento psicológico en la psicosis los
componentes cognitivos y afectivos influyen de modo independiente, de la
importancia del componente afectivo y, sobre todo, se refirió a la relación
entre la psicosis y otro término que seguro que a estas alturas os suena
muchísimo a la mayoría de vosotr@s: el apego.
Asimismo,
nos enseñó los resultados de varios estudios bastante llamativos, como algunos
realizados en vecindades, para plasmar el impacto que pueden tener ciertos
factores, como la necesidad de
pertenencia, en el desarrollo de las enfermedades del espectro psicótico.
En
un contexto menos formal, una vez acabada la presentación, el propio Bentall
decidió ir a tomar un café con los residentes en la cafetería del
hospital y compartir una charla más distendida sobre diversos temas (no sólo
psicológicos), lo que nos permitió la oportunidad de conocerlo un poquito más
allá de su trabajo.
Tengo
que reconocer que la docencia en mi hospital, sobre todo en el aspecto más
teórico, es uno de sus puntos fuertes.
Y
si bien esto ocurrió varias semanas atrás, os cuento que en este momento estamos
disfrutando de un curso de “Terapia
basada en la mentalización” que está siendo tremendamente formativo y que
en mi caso, me está ayudando a poner el foco en consulta en aspectos de la
relación terapéutica que hasta ahora no habían captado suficientemente mi
atención.
Sin duda, una de las mayores ventajas
del PIR es el acceso a este tipo de formación y de personas, a las que de otro
modo sería muy complicado poder acceder… Así que si aún seguís buscando motivos
que os impulsen a continuar esforzándoos día tras día, espero que esto os ayude
a seguir con ánimo e ilusión, porque lo mejor para todos vosotr@s, está aún por
llegar.
LAURA
PÉREZ
Psicóloga Interna Residente
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