viernes, 8 de marzo de 2013

El triunfo de la perseverancia


Continuando las experiencias personales. Hoy queremos rescatar la de una opositora que su camino no fue precisamente “fácil” y solo su fuerza y perseverancia han hecho que ahora finalice su Residencia Hospitalaria. Queremos agradecerla sus “vivencias” que con la perspectiva del tiempo tiene más valor. Actualmente está finalizando su residencia en un hospital de Sevilla.


"Aprobar el PIR para mí ha supuesto un importante logro personal, y sin duda el reconocimiento de todo el esfuerzo invertido en una vocación. Llegar fue difícil, no fue una empresa fácil, implico renunciar a muchas cosas, pero hoy al echar la vista atrás, creo que ha merecido la pena. No voy a entrar a valorar si estoy de acuerdo o no con los actuales planes de estudio, la escasa especialización que nos aporta la carrera, y el escaso número de plazas que se concede a esta especialidad, a pesar de contar con el ratio más amplio de personas por plaza y de contar con un gran número de psicólogos licenciados por año y cuidad, a pesar de ello sé que es difícil, pero también puedo decir que se puede conseguir. 

Tras cuatro intentos y muchas horas de estudio, supere el examen, fue en concreto el 24 de Enero de 2009. Como he dicho antes me presente varias veces, no fui de los afortunados que terminan la carrera en mayo, y en enero aprueban estudiando ocho meses, mi caso fue distinto. 

Termine la carrera en junio 2003 y sinceramente no tenía claro que quería hacer, tenia muchas ganas de trabajar, pero no me sentía preparada para hacer nada, me gustaba la clínica y la rama escolar, así que inicialmente opte por la segunda opción, y empecé a estudiar para opositar, pero bastante mal asesorada, en Octubre decidí cambiar mi elección y empecé a prepararme el pir. 

Supongo que como hacemos todos, compre las carpetas de CEDE, que son estupendas y geniales y empecé a estudiar, me presente a mi primera convocatoria en Enero 2004, y evidentemente suspendí, me lo esperaba. Tras este primer examen estuve todo un año estudiando sin hacer otra cosa, y me volví a presentar en Enero 2005 y me quede cerca pero no saque la plaza, aquello si que fue un palo tremendo. 

Tras aquello valore las opciones que tenía, y decidí darme una tercera oportunidad, en realidad era una segunda, y estuve todo el año estudiando, hasta que en Noviembre a dos meses del examen y admitida y con tasas pagadas decidí no presentarme, y que debía ponerme a trabajar, y así lo hice, y estuve dos años trabajando en el área de recursos humanos para una empresa, pero siempre sabiendo que aquello no era lo mío, hasta que por circunstancias del destino llegue a vivir a Sevilla donde sabia que CEDE tenia academia y un curso los sábados compatible con el horario laboral, así que decidí volver a intentarlo, y me presente en Enero 2009 y esta vez si que si, plaza 66. En esta ocasión estudie mucho, pero tuve la orientación y el asesoramiento que proporciona el curso académico, contenidos principales y secundarios, posibilidad de hacer simulacros, y gestión de dudas. 

Y una vez dentro inicias la aventura que supone la residencia en esta especialidad, y tomas contacto con la vulnerabilidad y fragilidad del ser humano a través de muchas personas y muchas situaciones, y cada una de estas te enseña algo nuevo. 

Empezaras poco a poco, tendrás que seguir estudiando, y leyendo mucho. Inicialmente haciendo observaciones de primeras consultas, y progresivamente iras adquiriendo mayor autonomía en el tratamiento de pacientes, a través de un proceso de andamiaje y supervisión continua, e iras teniendo más seguridad en ti mismo, en tu criterio, y en tu intuición, en eso que te dicen “las tripas”. Tomaras contacto inicialmente con la neurosis, y pronto también llegara la psicosis, esa gran desconocida que tanto nos seduce y nos atrae, atracción que sin duda se mantendrá una vez que la descubras y la conozcas. Desde luego es toda una experiencia poder acercarte a todas estas personas, que a veces dicen cosas raras, pero el que no las entendamos no significan que no tengan sentido. 

A las puertas de iniciar mi cuarto año de residencia, solo sé que no sé nada, y que tendré que seguir estudiando porque todavía tengo mucho que aprender, pero ya he empezado, y sin duda con los mejores maestros. 

No soy quien para dar consejos, pero permíteme uno, si tienes vocación, y quieres ejercer y trabajar con pacientes con enfermedad mental, y no tienes cargas familiares, como para poder trasladarte de ciudad, inténtalo, te recomiendo hacer la especialidad, mi experiencia ha sido y es muy positiva."



1 comentario:

  1. Me encanta leer estos casos personales. Este en especial, me motiva muchísimo para presentarme el año que viene, que será mi segunda vez. Darle la enhorabuena a Amparo y las gracias por compartir su historia.

    ResponderEliminar