lunes, 4 de marzo de 2013

Modelo a seguir


Hoy vamos a iniciar una sección dentro de nuestro blog en la que compartiremos las experiencias personales de nuestros opositores que han finalizado su preparación con éxito. Hoy empezamos con 


Lidia Carrillo Notario.

Puesto nº 10. Convocatoria 2011.
Expediente: 2,84.

Examen: Aciertos 210, Fallos 35, Blancos 5.


“Mi experiencia con el PIR comienza en el último año de carrera. Era el momento de plantearme lo que iba a hacer al acabar y la verdad es que tampoco me costó mucho decidirme, si había estudiado Psicología era por la Clínica y la única forma de acceder era el PIR, así que me puse a ello. Tuve la suerte de que una de mis mejores amigas y la que se convertiría en uno de mis mayores apoyos durante el estudio del PIR decidió embarcarse conmigo, así que las dos juntas fuimos a CEDE a informarnos. Allí nos hablaron de las diferentes modalidades y nos aconsejaron qué hacer en nuestra situación. Ese año compré los materiales pero no los empecé a leer hasta Septiembre, con lo cual cuando llego el examen solo me había dado tiempo a leer por encima todo el material y profundizar en alguna asignatura importante como Psicopatología. Yo sabía que mis opciones de sacar plaza eran mínimas, pero gracias al consejo de la academia y al empujón de mi amiga, me presenté, y creo que es lo mejor que pude hacer, porque al año siguiente fui mucho más tranquila al examen ya que ya había estado en esa situación y ya sabía cómo funcionaba todo.
Después de ese examen me apunté al presencial de Marzo de CEDE. Lo que hacía era consultar el planing que nos dieron en la academia para ir leyendo la parte que nos tocaba dar en cada clase, y así lo llevaba preparado y estudiado y si tenía alguna duda la podía consultar en clase, mientras lo explicaban, de esta forma aprovechaba mucho más. Durante la clase apuntaba en los esquemas todo aquello que no venía y que consideraba importante, y al día siguiente me volvía a repasar lo visto en clase y añadía a los esquemas cosas importantes que venían en los manuales de CEDE. De esta forma, yo estudiaba con los esquemas de clase completados y no tenía que volver a mirar los manuales, salvo dudas específicas. Cuando acabábamos de dar una asignatura había tutorías, y es uno de los recursos que más he utilizado y que considero más importantes para resolver dudas y aclarar aspectos confusos. Con las explicaciones en clase y con las tutorías me quedaron claras cosas que no conseguí comprender yo sola. También hacía los exámenes de área que colgaban en el “Área de Alumnos“, y de esta forma podía repasar la asignatura completa. Los días que no había academia estudiaba una media de 8 horas, y los días de academia estudiaba unas 5 horas y luego iba a la academia. Hasta Septiembre estuve descansando sábados y domingos y a partir de Septiembre sólo descansaba los domingos. Creo que los descansos son importantísimos y como dijo un profesor en sus clases, “es tan importante estudiar como descansar”. Es importante llegar al examen con fuerzas.
 Otra de las cosas que también considero importantes es hacer continuos repasos de las asignaturas ya estudiadas. Yo cada dos o tres semanas volvía a coger las asignaturas que ya había visto y me las volvía a repasar y de esta forma evitaba que se me olvidasen.
Llegó un momento en el que me empecé a agobiar pensando en sí debería ampliar el temario de CEDE. Yo me leí algunos libros, pero desde mi experiencia creo que más que aportarme algo nuevo me sirvió para repasar lo que ya había estudiado en los manuales de CEDE. No considero que fuese una pérdida de tiempo porque me ayudó a repasar, pero hubiese conseguido lo mismo volviendo a leer los manuales.
A finales de Julio llegó el primer simulacro y la verdad es que iba un poco asustada por los rumores que corren de que son muy difíciles, que las notas son muy bajas…En mi opinión, no creo que los simulacros sean tan complicados siempre y cuando te sepas los apuntes al dedillo, y eso creo que no solo es importante para sacar buena nota en los simulacros sino también para optar a una plaza el día del examen. Si tuviera que decir una de las cosas que han sido decisivas para que yo ahora tenga una plaza es que me aprendí los apuntes de CEDE al detalle intentando que no se me escapara nada. Creo que es más importante saber pocas cosas pero bien, comprendiendo y razonando que saber muchas cosas pero sin entender nada. Así que llegó un momento en que me plantee que la Psicología era muy amplia y yo no lo podía abarcar todo, tenía que centrarme en lo importante y aprendérmelo bien, tenía que ser consciente de que habría preguntas en el examen que no podría contestar pero eso no iba a determinar si yo sacaba plaza o no, lo importante era lo que sabía y no esas cosas raras que se me escapaban. Hay que saber donde están nuestros límites, centrarnos en lo que podemos hacer y no machacarnos por lo que no podemos controlar. Con todo esto quiero decir que los simulacros son otro de los recursos que considero importantes y que nos ayudan no solo a ponernos en la situación de examen, sino también a evaluar nuestro estudio y mejorar los aspectos más flojos.
En Octubre ya había dado todo el temario de forma profunda, así que desde este momento me dediqué a repasar los esquemas que previamente había completado, y así afianzaría mi conocimiento. También empezaron las clases de repaso en CEDE, que me permitieron resolver nuevas dudas que iba surgiendo, repasar de nuevo el material y hacer hincapié en lo más importante de cara al examen. Diciembre y Enero fueron los meses más duros porque, aparte de que se acercaba el examen y el cansancio hacía mella, no había clases en la academia lo que impedía salir de la rutina de estudio y tener contacto de forma casi diaria con los compañeros. Las últimas semanas antes del examen yo me dediqué básicamente a repasar con los esquemas de clase como ya venía haciendo, dejando los temas más importantes para el final para tenerlo más reciente. También hice los exámenes desde el año 2002 hasta el 2010, pues eran los que consideraba más representativos.
El día del examen no estudie nada y tampoco lo hice la tarde de antes. Llegué al examen muy tranquila, sabiendo que había hecho un gran esfuerzo durante todo el año y que tenía muchos conocimientos para hacerlo frente. Como yo ya esperaba, me encontré con algunas preguntas que no sabía, pero también me encontré con otras muchas en las que había que razonar y comprender, y si no me hubiese aprendido bien las cosas importantes no las habría podido contestar bien y quizá no hubiese obtenido una plaza.
No hay ninguna receta mágica ni ningún consejo infalible para sacar una plaza PIR, pero creo que en mi caso ha habido ciertas cosas importantes que me han permitido sacarlo:
- Asistir al curso presencial de CEDE me ha permitido comprender aspectos importantes que no hubiese entendido yo sola. También he podido hacer uso de todos los recursos que ponen a disposición de los alumnos y que favorecen el estudio, la comprensión y la preparación, como los simulacros, las tutorías, los exámenes de área, las clases de repaso…
- Hacer repasos constantes de las asignaturas que ya había estudiado para no olvidarlo y afianzarlo cada vez más.
- Centrarme en lo importante, estudiando los esquemas de CEDE y no intentar abarcar toda la Psicología.
- Descansar y tener vida social a parte del PIR, sin descuidar las responsabilidades del estudio.
- Tener el apoyo y la comprensión de familiares y amigos en todo momento.
- Y lo más importante, el esfuerzo y la motivación personal.”


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