viernes, 30 de diciembre de 2016

Feliz 2017





  Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe

Propuestas para su logro

Fascinante es aquello que atrae o impresiona mucho. Quisiera que todas las personas del mundo pudieran tener un año lleno de momentos fascinantes en los que la ilusión envuelva los posibles malos momentos vividos y la satisfacción individual de hacer algo fascinante (sólo posible si sirve para los demás) se convierta en un leitmotiv que guíe y oriente hacia las mejores acciones. Cómo hacer algo fascinante no es algo baladí, para ser fascinante hay que sentirse a gusto con uno mismo y así podrás hacer sentir bien a los demás. El camino puede ser arduo, pero ante todo es enriquecedor, como enriquecedor es todo aquello que hacemos y genera felicidad en los demás. Probemos pues a hacerlo y siempre desde lo humilde, lo sencillo y permitiéndonos una de esas palabras de moda, con un estilo naíF

Especial implica algo muy singular o apropiado para algo. Y sí, prácticamente todas las personas pueden llegar a ser especiales y apropiadas para algo si se lo proponen. Muchas veces puede quedar la sensación de no tener capacidad de elección aunque, si algo define al ser humano, es que por muchas trabas y zancadillas que existan puede haber tiempo para cambiar y crecer. Por ello, la elección de esta palabra supone abogar por el deseo de que cada persona, en este año nuevo entrante, se sienta singular y busque el camino que derive en alcanzar su lugar en la vida, aquel lugar que cree una sensación unívoca de ser especial y que, por supuesto, como previamente se ha dicho, genere algo global (en la medida de lo posible para cada persona) y prosocial. Entonces la persona no sólo será especial ya que habrá que añadir, como mínimo, el calificativo de impresionantE

Legendario alude a lo fabuloso o fantástico. He de confesar que los refranes, fábulas, letanías, leyendas, etc., siempre me fascinaron y, en esta línea lo legendario se me representa como la parte mágica (nunca hay que negar algo de la misma) de lo que determina nuestras acciones. Mágico podría ser lo utópico pero alcanzable, con el halo de la serendipia aunque predeterminado, lo hostilmente pacífico, lo brutalmente delicado… y no dejando fluir esta colección de antagonismos, aquello que podemos conseguir si las autolimitaciones no nos bloquean el camino. Por tanto, también señalo el deseo que cada persona tenga un año en el que se sienta fabulosa y/o fantástica por aquello que hace, consigue, logra o simplemente experimenta reincidiendo, eso sí, en que cuanto más sirve para los demás, más legendario será. Quizá deban de ser actitudes en la que nunca falte el mostrarse para con los demás como un ser leaL.

Increíble nos lleva a impresionante y extraordinario. No deja de ser una prolongación de algunos de los deseos previos. Cuantas cosas increíbles nos han sucedido en la vida y cuantas nos quedan por vivir. Lo importante es estar receptivo a las mismas, vivenciarlas e interiorizarlas, no minimizar la importancia de aquello que nos resulta impresionante ni eludir lo extraordinario. Ser por y para los demás pero sin olvidar a uno mismo. Un equilibrio nuevamente mágico que puede movilizar nuestras energías para lograr retos o anhelos erróneamente considerables inalcanzables. El mero hecho de pensar y proponerse el crecimiento personal y no dar paso a la involución resulta estimulante, por lo que animo a todas las personas a que un día puedan exclamar ¡Lo sentÍ!

Z es una letra que da poco juego cuando uno quiere contenidos aplicables al deseo de felicitar un año nuevo. Quizá todo aquello que tiene que ver con las fábulas en las que un maravilloso cánido, considerado astuto en nuestro legendario folclore sea pertinente para este propósito de desear felicidad. Si el zorro es astuto y pícaro como se nos hace entrever, ojalá la picardía y astucia bien entendidas sean acompañantes de las personas de cara a resolver sus retos y/o dificultades así como las de los demás en un clima de respeto, tolerancia y convivencia. Se trata, en definitiva, de continuar la sempiterna línea directriz de este mensaje en torno a la felicidad de uno mismo contextualizada en el quizá onírico, pero aún más prototípico, marco de la de los demás. Para ello,  la recomendación es que nunca dejes de perseguir lo que deseas a través de ser  tenaZ

En definitiva, FELIZ 2017

jueves, 29 de diciembre de 2016

Listas definitivas de admitidos Convocatoria PIR 2016 (Examen 28 Enero 2017)



A partir del jueves 29 Diciembre 2016 (00:00:01 horas) estará disponible la información de las listas definitivas de admitidos en el apartado, Situación personal en la convocatoria actual, dentro del menú principal de la Página Web del Ministerio de Sanidad .
29 de Diciembre 2016, se exhiben las relaciones definitivas de admitidos, admitidos condicionales y no admitidos a las pruebas selectivas 2016 en el Ministerio de Sanidad y Consumo (Paseo del Prado, 18-20; 28071 - MADRID) y en las Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno.

La información que aparecerá en la ficha personal y en los listados hará referencia, entre otros datos, a si estás o no admitido definitivamente y, caso de no estarlo, la causa de la que se deriva la no admisión. Además aparecerá la Mesa de examen en la que estás llamado a realizarlo (ciudad, dirección del edificio concreto generalmente universitario, y hora).
Contra estas relaciones definitivas se puede presentar recurso de Alzada en el plazo de un mes, contado a partir del día siguiente al de su exhibición.

En estos listados de admitidos definitivos no se publica el baremo académico de cada partícipe, independientemente de que el Ministerio haya comunicado los datos básicos de baremación (al e-mail), a título personal por si hubiera algún error en los mismos para que puedas agilizar su solución. Oficialmente se publicará por primera vez en los listados provisionales de resultados (28/02/2017). 

Antes del día del examen es costumbre que el Ministerio emita una Nota de Prensa con un resumen del nº de admitidos definitivos llamados al examen correspondiente, de cada una de las profesiones sanitarias, además de otros datos de interés que consideren oportuno.

Antes del examen también se publicará en el B.O.E., por mandato legal, las Comisiones Calificadoras de la pruebas.

La fecha del ejercicio es el sábado 28 de Enero 2017.


ENLACES DE INTERÉS

martes, 27 de diciembre de 2016

Estado actual de la convocatoria PIR2016


El próximo día 29 de Diciembre se publicara la relación definitiva de admitidos al examen. Cada uno podrá ir revisando su estado en  en su ficha de Situación personal en la convocatoria actual de la web del Ministerio.

Más adelante recibiréis un e-mail del Ministerio con el baremo académico de cada uno a nivel informativo  (no tendrá validez oficial). Recibiréis el número de aprobados, notables, sobresalientes, y matrículas de honor,  con el número de créditos correspondiente. Esto es para que cada uno compruebe que estos datos coinciden con la certificación académica que cada uno presento con la solicitud.

No os va a llegar el cálculo del baremo, es simplemente para contrastar los datos. Si queréis saber vuestro baremo, podéis hacerlo con la calculadora de CeDe.

El Ministerio no publicara el baremo oficial hasta el día 28 de Febrero, coincidiendo con los resultados provisionales de la prueba.

 Y ya no queda más que esperar hasta la fecha del examen 28 de Enero. Mientras tanto practicar mucho con la aplicación CedeExam, el día del examen lo vais a gradecer.

Feliz Navidad y que el próximo año consigáis vuestro sueño.

CeDe



lunes, 19 de diciembre de 2016

¡Vete a freír espárragos! ¡Y un jamón!




Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe

Es que están “más buenos que el pan”
Imposible renegar de unos orígenes extremeños que, en época de indudable peso relativo de lo gastronómico, han derivado en que me vengan a la mente dos productos que, haciendo honor a la frase precedente, están más buenos que el pan.  Como en lo alimenticio me invade un afán explorador innegable dejaré que mi cerebro piense en cosas que le apetecen a mi estómago. Y es que en esta peligrosa deriva alimenticia en la que me estoy sumergiendo, me viene a la mente un inmenso y atiborrado plato de pasta con mucho tomate y queso parmesano. Es más, lo acompañaría de una ensalada con tomates bien maduros (que no falte) y con pescados ahumados de toda índole (apetecen unas anchoas). Esa ensalada tendría mucho bonito y la aderezaría con una salsa de soja. ¡Madre mía!, me estoy poniendo morado sólo de pensarlo. Por favor, perdonad por lo atropellado de este menú, pero quizá me habría hecho un entrante con setas (si son shiitake mejor) o, en su defecto, unos socorridos champiñones. Me acabo de dar cuenta que, pensando en ese riquísimo plato de pasta, ha venido a mi mente la imagen de una pizza que, por dar a todos los palos de la pirámide alimenticia, me apetece sea marinera. ¡Vaya!, ¡ya la hemos liado! Ahora que es época navideña es imposible no pensar en un producto que colapsa los estantes de las pescaderías y que no es otro que el marisco. Admito que me gustan mucho los langostinos y percebes así como, para qué engañarnos, los mejillones, almejas, berberechos, chipirones, pulpos… Estoy empezando a sentirme lleno pero creo que todavía queda espacio para ponerme un poco esnob y cocinar unos espárragos blancos con erizo de mar deshidratado y virutas de jamón. ¡Vaya tela! Admito que lo mío con el jamón (de bellota) puede llegar a ser patológico, si bien no descarto lo que la mar nos ofrece y es que de lo terrestre el jamón  y de la mar el salmón. En este punto, de perdidos al río y para cerrar el círculo de este menú imposible, pero que me ha dejado salivando, necesitaré algo para estos ardores que están atormentando mi vientre. Por ello, creo que no seguiré haciendo apología del atracón y quizá lo mejor es preparar un té verde.  ¡Total! Dicen que es bueno para la digestión. Sólo me pregunto el porqué de pensar en estos alimentos. Supongo que puede ser su apariencia, sus nutrientes o ¡qué leches!, seguro que es su sabor a umami.

A qué sabe el umami
Kikunae Ikeda fue un científico japonés que en el año 1908 describió por primera vez el sabor umami. Dulce, salado, amargo y ácido son las cualidades del gusto que, tradicionalmente, todos tenemos en cuenta. Sin embargo, no es tan conocido el llamado “quinto gusto”, el sabor a umami. Realmente la clave del sabor umami es un aminoácido presente en las proteínas y que es denominado glutamato monosódico.  El glutamato tiene, entre otras propiedades, la capacidad de aumentar la salivación lo que deriva en un aumento en la percepción de la intensidad de los ingredientes de los alimentos que lo contienen.  Eso sí, como otras muchas reacciones de nuestro organismo, parece que detrás de esta propiedad del umami de aumentar la salivación se encuentra un mecanismo adaptativo, ya que nuestra saliva (alcalina) contrarrestaría los ácidos glutámicos. Fisiológicamente tendremos la sensación de estar comiendo productos deliciosos como los señalados previamente. Pero no sólo de glutamato monosódico vive el umami. Posteriormente se han descrito otras sustancias que nos aportan esta cualidad del sabor como el IMD o monofosfato de inoside y el GMP o monofosfato de guanosine.

Centrándonos en la parte nutricional y dejando de lado el sabor, lo cierto es que el glutamato y/o ácido glutámico es un componente positivo para la salud dado que su uso permite reducir la cantidad de sal de las comidas dada su propiedad de potenciador del sabor. Por cierto, nuestra lengua tiene receptores sensoriales para lo amargo, dulce, salado y ácido/agrio, pero también para el umami. Específicamente, se sitúan en pleno centro geográfico de la misma. Además, mira si es sabia la naturaleza que nuestro primer contacto con este sabor es cuando nacemos ya que la leche materna, entre otras muchas virtudes, es rica en sabor umami. Y si Napoleón decía que el porvenir de un hijo es siempre obra de su madre, lo que sí está claro es que este es un bonito ejemplo de que las madres nos enseñan pronto a apreciar lo bueno.

¿Conoces más alimentos con sabor umami? ¿Te parecen interesantes otros temas de psicología de la percepción?

Bibliografía
Barbot, Pascal; Matsuhisa, Nobu; y Mikuni, Kiyomi (2009). Dashi and Umami: El corazón de la cocina japonesa. Londres: Eat-Japan / Cross Media.

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martes, 13 de diciembre de 2016

Me parto de la risa con tu inteligencia


Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe

La potencia intelectual de una persona se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar
Con un mínimo parafraseo en lo relativo a sustituir hombre (dicho por F. Nietzsche) por persona (algo más correcto) lo cierto es que se está planteando una magnífica definición del humor. Y sí, el humor es inteligencia y/o la inteligencia es humor (al menos tienen mucho que ver). Es muy posible que aquellas personas que sepan resolver acertijos de cierta complejidad tengan un sentido del humor muy desarrollado. A la hora de medir la inteligencia, más allá de las consabidas pruebas de Cociente Intelectual, es típico el utilizar acertijos de dificultad creciente en los que se valora si la persona es capaz de ir progresando. Bajo este prisma, la lógica es que quienes resuelven los más complejos serán personas muy divertidas. Pues probémoslo de forma práctica resolviendo estos acertijos:

      -          Una madre manda a su hijo al río para que le traiga exactamente 3 litros de agua. Para ello le da un bote de 4 litros y otro de 9 litros. Cómo puede medir el niño con exactitud los tres litros sirviéndose únicamente de los dos botes.
      -          Hay un árbol con 9 pájaros y 1 cazador que tira 2 tiros al árbol. Cuántos pájaros quedan en el árbol.
      -          Cuántas veces puede restarse el número 1 del número 1.111.

Una vez planteados estos problemas pasaremos al humor. Tirando de chistes psicológicos podemos buscar algo que pueda hacernos reír. Tras una gran entrevista clínica llegas a la conclusión de que la persona que tienes delante es un hipocondríaco y de repente te responde: “Si es la única enfermedad que no tengo”. A lo mejor este chiste no es muy gracioso, pues probemos con otro algo más directo: “Cómo se dice psicoanalista en japonés: - Sakudo Tukoko”… Lo sé, quizá es el momento de parar y asumir que si quien escribe estos chistes ha resuelto los acertijos es porque venían con solución. En todo caso, se han planteado tres chistes inocentes incidiendo en la ironía (una de las claves del humor) en la necesaria frase que finalizaba este amago de oda humorística.  Por cierto, el primer problema se soluciona llenando el bote de 4 litros tres veces y vaciándolo después en el de 9 litros. Al tercer intento de llenado del bote de 9 litros nos quedará uno en el de 4 litros. Lo de los pájaros tiene una solución ingeniosa, ya que es posible que la mala puntería haga que todos salgan volando y no quede ninguno. Por último, no menos picaresca es la solución al tema de la sustracción seriada, ya que una vez restes 1 de 1.111 no podrás volver a restarlo nunca más de ese número, sino de 1.110, 1.109…

Humor e inteligencia
El humor supone una condición propia del ser humano que se manifiesta en diversas formas y ante otras tantas circunstancias. Podemos distinguir diversos tipos de humor como el humor absurdo (situaciones disparatadas), humor blanco (sin obscenidades), humor hacker (expertos en informática), humor crudo (efectivo, original y contundente para  situaciones que provocan dolor o vergüenza en quienes las protagonizan), humor negro (similar al anterior pero que divierte con cuestiones relacionadas con la muerte y/o conceptos asociados), humor seco (sin variación de emociones o lenguaje corporal, con solemnidad y tranquilidad imperturbable), humor verde (recurre a la sexualidad) o humor duro (chiste con cierta brutalidad al ridiculizar un concepto y/o persona).

La relación entre humor e inteligencia ha sido mostrada en diversos estudios. Así, se ha encontrado con cierta consistencia que las personas que tienen mayores índices de inteligencia tienen un elevado sentido del humor. En otras palabras, quienes tienen mayor cociente intelectual son capaces de poder redefinir lo negativo, clasificándolo como positivo o, de una manera alternativa, quienes saben reírse de sus desgracias son aquellos con mayor capacidad para resolver problemas.
Por tanto, parece que tener un buen sentido del humor es sinónimo de inteligencia y, a partir de ello, hay otras connotaciones positivas (abordables en otro artículo) como la de mejorar la salud (a través de estimular el sistema inmune) y, por tanto, favorecer una eventual mayor longevidad. Y es que ya lo decía Aristótelesla risa es un ejercicio valioso para la salud” y, para qué engañarnos, de qué serviría ser ingenioso si no se logra una inteligente y sana diversión.

¿Qué te parece la relación establecida entre inteligencia y humor? ¿Te interesan otras preguntas de esta temática aptitudinal?

Bibliografía
Huizinga, J. (2008).  Homo ludens. El juego y la cultura. Madrid: F. C. E.

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lunes, 12 de diciembre de 2016

¿Cómo funciona el sistema de salud mental chino? Reflexiones tras una primera experiencia


Alejandro Muriel Hermosilla
Residente PIR HGU Gregorio Marañón
Visitante en Yale University – CMHC (EEUU)



Cuando pensamos en la cultura oriental, con relativa facilidad podemos recordar todos aquellos proverbios que, con tanta sabiduría, hablan sobre la vida y sus desafíos, donde, como no puede ser de otra manera, también se hace referencia a cómo relacionarnos con nuestro mundo afectivo. Uno podría imaginar que las personas de estas culturas orientales milenarias deben tener un conocimiento mucho más profundo de la vida. Sin querer desmentir este hecho sobre la población asiática, quiero compartir en este artículo mi experiencia con el equipo de salud mental un hospital psiquiátrico de Hong Kong que nos visitó recientemente en la Escuela de Medicina de Yale, con los que tuve oportunidad de charlar varios días.  Lo que me contaron tiene poco que ver con la imagen de los sabios budistas que meditan, la realidad se imponía de forma estrepitosa en este caso.

El motivo por el que este equipo formado por psiquiatras, psicólogos, enfermeras y terapeuta ocupacional visitaban el departamento de psiquiatría era para atender durante unas semanas a diversos seminarios en los que se hablaría de la recuperación en salud mental y cómo implementarla a través de políticas eficaces y sostenibles. Inocente de mí, pensaba que ellos estarían mucho mejor formados que los americanos en eso de la recuperación y la salud mental, pues en su cultura había muchos valores y prácticas que podían proteger y actuar de amortiguador o catalizador de este sufrimiento. A diferencia de esto, lo que me encontré en su experiencia es algo bien distinto. Una de las principales dificultades que afrontaban en la salud mental era el firme rechazo social que existía en la sociedad china en su conjunto a los enfermos mentales, que frecuentemente eran considerados como simplemente vagos o perezosos. Este rechazo era tal que las propias familias hacían pocos intentos por intentar comprender qué les ocurría a sus miembros con enfermedad mental y preferían que estuvieran en instituciones de forma casi permanente. Esto implicaba que uno de los ejes más importantes en el abordaje de la salud mental quedase desatendido casi por completo, el de la terapia o psico-educación de la familia.

Otra de las peculiaridades con las que se encontraban aquellos con un trastorno mental grave es que existía un reducidísimo número de puestos de trabajo en los que pudieran estar, lo que generaba un circulo vicioso, pues al no poder trabajar nunca acaban de ser independientes ya que las ayudas que recibían del gobierno eran muy escasas.  La idea de recuperación en salud mental para el grueso de la población china parecía algo casi inalcanzable, algo que, dados los pocos recursos existentes en esta dirección acababa por confirmarse.

La otra parte de la historia eran las condiciones de los trabajadores de salud mental, que tenían una carga tal de pacientes que disponían de unos 5 a 10 minutos como máximo con sus pacientes, con lo que es fácil imaginar la calidad que tendrían estos tratamientos. La mayor parte de las terapias estaban casi exclusivamente dirigidas al manejo de los síntomas. Algo que me sorprendió es que los psicólogos eran encargados de dar “cursos de empatía” a los trabajadores de los centros de salud mental, pues habían detectado un trato muy frio hacia estas personas. Aunque, como en otras materias fuera del ámbito de la salud, se están produciendo rápidos avances y están ávidos por aprender más, fue interesante a la vez que, a veces, algo desconcertante conocer cómo era su trabajo con esta población.

Como ocurría en otros tiempos, la enfermedad mental y el estigma asociado, se mezclaba con una pobreza a la que pocos podían escapar por sus propios medios, lo que agravaba aún más la propia enfermedad mental, convirtiéndose en un perverso ciclo que se retroalimentaba.


miércoles, 7 de diciembre de 2016

Dándoles voz a los pacientes con enfermedad mental

Alejandro Muriel Hermosilla
Residente PIR HGU Gregorio Marañón
Visitante en Yale University – CMHC (EEUU)


No cabe duda de que la situación en la que viven las personas con enfermedad mental grave ha mejorado sustancialmente si la comparamos con lo que ocurría, por ejemplo, 100 años atrás. Y incluso más si nos remontamos más lejos en el tiempo, cuando estas personas vivían completamente al margen de la sociedad. En la actualidad, se ha hecho un esfuerzo por concienciar tanto a las familias como a la sociedad en su conjunto sobre la importancia de la rehabilitación, donde le lucha contra el estigma y fomentar una mayor autonomía de estas personas juega un papel fundamental.

Actualmente, en nuestro país existen recursos como los Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) o dispositivos de larga y media estancia, por donde los PIRES rotamos durante la residencia, cuya función es la de proporcionar las estrategias y el contexto adecuados para los pacientes y sus familias. En función de las características de cada persona, se le destina a un dispositivo u otro, donde, después de valorar cuáles son los retos en cada caso, se planificará una intervención. Esto, de alguna forma, supuso una revolución en el campo de la psiquiatría y de la salud mental en general, pues se parte de la base de que existe la posibilidad de una  eventual rehabilitación.

No obstante, hay algunos aspectos de la rehabilitación que aún no se tienen en cuenta con la suficiente importancia y que, al final, impiden una autentica recuperación de estos pacientes. Hay grupos de trabajo que comienzan a hacerse las siguientes preguntas: ¿Por qué siempre el criterio del médico o psiquiatra debe ser el que dicte qué se debe hacer? ¿Se da aún mucha importancia a la figura del  profesional de la salud mental frente a la del paciente en la toma de decisiones?

Recientemente conversaba con un veterano de la guerra de Vietnam, que había sido diagnosticado hace años de Trastorno de Estrés Postraumático y me decía que estaba harto de que los médicos y psicólogos hablasen por él sobre qué le pasaba. Qué era lo que debía hacer y cuáles eran sus objetivos vitales parecía que era algo que pudiera decir alguien con bata blanca sobre una hoja de papel. Cansado de esta situación había decidido comenzar a formarse en conocer mejor qué era exactamente lo que le pasaba para convertirse en un asesor de personas que estaban pasando por las mismas situaciones que el había tenido y, sobre todo, dando voz al colectivo de personas que con este diagnostico.

Una de las cosas a las que mayor importancia le daba era a la posibilidad de decidir qué tipo de tratamiento era el que necesitaba en función de qué objetivos tenía cada persona en su vida. Con demasiada frecuencia asumimos un modelo de “salud mental” donde se encaja a todos los pacientes de manera más o menos uniforme, en lugar de intentar adaptar la intervención (también la farmacológica) a estos objetivos vitales. Por ejemplo, esta persona me comentaba cómo es habitual que si la persona que tiene esquizofrenia tiene una relación de pareja y manifiesta dificultades para tener relaciones sexuales fruto de los efectos secundarios de su medicación, los psiquiatras suelen minimizar la importancia de este objetivo, entendiendo que lo prioritario en este caso será mitigar sus síntomas.

Durante mucho tiempo, y aún hoy, estamos acostumbrados a que una figura de autoridad recomiende qué deben hacer a las personas con enfermedad mental grave. En cambio, todavía resulta chocante que puedan agruparse en colectivos con voz propia en los que expresen no sólo sus preocupaciones y deseos, sino que ellos mismos decidan cuál debe ser el rumbo necesario para su propia recuperación. Ser agentes activos de su propio proceso de recuperación, con una colaboración puntual de los profesionales de la salud mental, más como facilitadores que como directores de su recuperación, es algo que aún parece fuera de nuestro alcance. Hay demasiadas barreras que saltar. Como decía este veterano: “No necesito que en la agrupación de personas con PTSD haya un psicólogo contando qué es lo que nos pasa y hablando por todos nosotros, ¡para eso ya estamos nosotros mismos!”.


lunes, 5 de diciembre de 2016

¿Por qué sabes que me atraes?



Por Dr. Juan Jesús Muñoz García, Profesor de Psicología Clínica de CeDe

¡Te lo diré!
“Aquello que veo en ti que me hace suponer que te gusto es que muestras los hombros levantados (lo que denota apertura hacia la otra persona), mueves los pies hacia el interior (en ademán de no intimidar a la otra persona y no generar sensación de amenaza), las palmas de tus manos están vueltas hacia arriba (expresa relajación, apertura y accesibilidad, rehuyendo de la defensividad) y tu frente está arqueada (agachando la cabeza y mirando hacia arriba desde debajo de la frente, lo que invita a un acercamiento). Y para más inri tus pupilas se han dilatado y nuestros cuerpos están alineados (la atracción hace que haya una absoluta alineación de los pies). Además, cuando estás conmigo sonríes más y miras más a los ojos que de costumbre, te acicalas más (p. e.: mesarse el cabello), tu postura es más erguida, empujas los hombros hacia atrás y el pecho hacia fuera y hablas mucho de ti (lo que haces y lo que tienes). Por cierto, también me he dado cuenta que aumentas más el contacto físico (es suave y espontáneo, como a modo de casualidad), nuestra conversación fluye y me preguntas por mis aficiones haciendo que el tiempo pase rápido. Me hace gracia cuando te humedeces los labios y posturalmente resultas mi eco (copia de los movimientos del otro). Es increíble como nuestros movimientos son acompasados y no individuales, a modo no tanto de una mera imitación sino una sincronía. Por cierto, he detectado signos de nerviosismo, ya que no parabas de colocarte la ropa o retirar la mirada cuando yo te la devolvía. Así que, no sé si ahora mismo te atreverías a repetir esa pregunta… Por cierto, la mejor forma que tengo de saber si te atraigo siempre será preguntártelo y con estas claves, amén de tu pregunta inicial, has hecho que me atreva a hacerlo”.

Tipos de atracción
Aunque previamente se ha tratado la atracción desde lo gestual y/o una parte de la comunicación no verbal (proxémica), la psicología social ha estudiado la atracción definiendo diferentes variantes. En la línea de lo previo, nos centraremos en la atracción aludiendo a una interrelación entre mujeres y hombres, ya que contiene un mayor volumen de investigación. Siguiendo un orden jerárquico en función de mayor probabilidad de aparición en las relaciones  heterosexuales –en cualquier modalidad-, estos serían diferentes tipos de atracción:

  •      Atracción de amistad: es la más habitual y tiene lugar cuando alguien te agrada y disfrutas de su compañía pero sin más pretensión.
  •     Atracción física/sexual objetiva: pensar en el atractivo de la otra persona como algo general, pero no sentir la atracción sexual. Influido por la amistad que mitiga su tendencia a la atracción sexual subjetiva.
  •     Atracción física/sexual subjetiva: atracción física que deriva en que se quiera hacer al sexo parte de la relación. Tiende a decrecer con el tiempo.
  •      Atracción romántica: la otra persona te resulta sexualmente atractiva y consideras el que la amistad pase a ser una relación.


Lo que resulta obvio es que la atracción hace que interesemos y que nos interesen, que busquemos y que nos busquen así como que sintamos y sientan por nosotros. Decía Flaubert, a modo autobiográfico, que “evito las ocasiones de sufrimiento y las atracciones peligrosas, de las que ya no se vuelve”. El planteamiento puede parecer imposible a la luz de lo descrito previamente ya que más allá de los elementos que sirven para comprobar si existe atracción, ésta aparece sin que muchas veces podamos darnos cuenta o buscar un porqué. Al fin y al cabo, “el deseo de lo imposible es la enfermedad de la inteligencia” (T. Browne) y, por más que nos pese, estamos encadenados  a elementos que influyen en nuestro comportamiento y que difícilmente podemos controlar. Sentir atracción, en la complejidad de las relaciones humanas, supone algo tan caleidoscópico que pese a nuestras pretensiones reduccionistas, seguirá siendo un misterio.

¿Te ha parecido interesante? ¿Quieres que abordemos más temáticas relativas a la psicología social? 

Bibliografía
Leathers, D. G., & Eaves, M. H. (2008).  Successful nonverbal communication: principles and applications. Boston, MA: Pearson/Allyn and Bacon.

Link para ampliar información
    https://www.psychologytoday.com/blog/valley-girl-brain/201504/the-four-types-attraction

viernes, 2 de diciembre de 2016

6 Consejos para superar con éxito la última etapa de tu preparación

Estamos a pocos meses de que tenga lugar el día del examen y, después de tanto tiempo estudiando, ahora conviene tener en cuenta ciertos factores para optimizar tu preparación en el tiempo restante. Aún queda un tiempo muy valioso, saberlo usar adecuadamente marcará la diferencia.


1.      Centrarse en las materias fundamentales: A estas alturas de la preparación, vuestro esfuerzo deberá centrarse en preparar a fondo aquellas materias más demandadas en la prueba, más que en intentar ampliar más material. Sólo en el caso de que tengáis la seguridad de que las “materias fuertes” las tenéis dominadas tendría sentido dedicarle tiempo a otras. Recordad, la idea ahora es optimizar al máximo los esfuerzos que hagáis en función del tiempo disponible.

2.      Realizar esquemas: Tras varios meses estudiando tantísima cantidad de información de materias tan diferentes, es un momento excelente para que, cuando las estéis revisando, hagáis esquemas donde se sinteticen los conceptos más importantes de cada una. Esto no sólo es fundamental para resumir la información, sino también para tener una imagen global de la materia, que después podréis ir completando con el resto de datos. Para ello son muy útiles los mapas conceptuales y/o mapas mentales. Existen algunas herramientas online que te permiten crearlos de forma personalizada.


3.      Repaso, repaso y repaso: Aunque no es buena técnica dejar todos los repasos para el final, mejor será tarde que nunca. Es preferible comenzar a repasar las materias con tiempo porque con esto podréis mantener activa la información en vuestra memoria hasta el día de la prueba y porque servirá para poder relacionar los conceptos de las diferentes asignaturas con mayor facilidad, algo esencial en una prueba como el PIR. En estos momentos viene como anillo al dedo utilizar el sistema CedeMemory con aquellos temas que encontréis más difíciles. No será recomendable utilizarlo con todas las materias, considerando el tiempo restante, pero servirá para organizar con facilidad los repasos necesarios de pequeñas áreas.

4.      Pregunta las dudas a tiempo: si durante este tiempo has reparado en conceptos que no has entendido bien y aún no los has consultado, aprovecha para aclararlos ahora.  Estás a tiempo de solucionarlo con calma y así poder asentar mejor el conocimiento, no es recomendable dejarlo para las últimas semanas.

5.      Simulacros, cuantos más mejor: estos son una forma excelente de prepararte para el día del examen porque se podrá simular (nunca mejor dicho) el tiempo y esfuerzo requerido en el momento real y tendrás la oportunidad de descubrir conceptos que no habías entendido bien. Pero además de estas razones, la realidad es que todos los años hay preguntas repetidas que aparecen en nuestros simulacros. Con la aplicación CedeExam tienes más de 18.000 preguntas con las que podrás practicar y analizar tu evolución.

6.      Descansos, igual de importantes que el estudio: Para poder seguir manteniendo el ritmo de estudio es necesario organizar pequeños descansos semanales en los que desconectar y rodearte de aquellas personas que te sirven de apoyo en estos momentos. No servirá de nada esforzarse más de lo necesario si esto al final conduce a agotarse y disminuir tu rendimiento. Planifica con tiempo qué días descansarás para poder dedicarte con más energía.