Estamos a pocos meses de que tenga lugar el día del examen y,
después de tanto tiempo estudiando, ahora conviene tener en cuenta ciertos
factores para optimizar tu preparación en el tiempo restante. Aún queda un
tiempo muy valioso, saberlo usar adecuadamente marcará la diferencia.
1.
Centrarse en las materias
fundamentales: A estas alturas de la preparación, vuestro esfuerzo
deberá centrarse en preparar a fondo aquellas materias más demandadas en la
prueba, más que en intentar ampliar más material. Sólo en el caso de que
tengáis la seguridad de que las “materias fuertes” las tenéis dominadas tendría
sentido dedicarle tiempo a otras. Recordad, la idea ahora es optimizar al
máximo los esfuerzos que hagáis en función del tiempo disponible.
2.
Realizar esquemas: Tras varios meses estudiando tantísima cantidad de información
de materias tan diferentes, es un momento excelente para que, cuando las estéis
revisando, hagáis esquemas donde se sinteticen los conceptos más importantes de
cada una. Esto no sólo es fundamental para resumir la información, sino también
para tener una imagen global de la materia, que después podréis ir completando
con el resto de datos. Para ello son muy útiles los mapas conceptuales y/o
mapas mentales. Existen algunas herramientas online que te permiten crearlos de
forma personalizada.
3.
Repaso, repaso y repaso: Aunque no es buena técnica dejar todos los repasos para el
final, mejor será tarde que nunca. Es preferible comenzar a repasar las
materias con tiempo porque con esto podréis mantener activa la información en
vuestra memoria hasta el día de la prueba y porque servirá para poder
relacionar los conceptos de las diferentes asignaturas con mayor facilidad, algo
esencial en una prueba como el PIR. En estos momentos viene como anillo al dedo
utilizar el sistema CedeMemory con aquellos temas que encontréis
más difíciles. No será recomendable utilizarlo con todas las materias,
considerando el tiempo restante, pero servirá para organizar con facilidad los
repasos necesarios de pequeñas áreas.
4.
Pregunta las dudas a tiempo: si
durante este tiempo has reparado en conceptos que no has entendido bien y aún
no los has consultado, aprovecha para aclararlos ahora. Estás a tiempo de solucionarlo con calma y así
poder asentar mejor el conocimiento, no es recomendable dejarlo para las
últimas semanas.
5.
Simulacros,
cuantos más mejor: estos son una forma excelente de prepararte para el día del
examen porque se podrá simular (nunca mejor dicho) el tiempo y esfuerzo
requerido en el momento real y tendrás la oportunidad de descubrir conceptos
que no habías entendido bien. Pero además de estas razones, la realidad es que
todos los años hay preguntas repetidas que aparecen en nuestros simulacros. Con
la aplicación CedeExam
tienes más de 18.000 preguntas con las que podrás practicar y analizar tu
evolución.
6.
Descansos,
igual de importantes que el estudio: Para poder seguir manteniendo el ritmo de
estudio es necesario organizar pequeños descansos semanales en los que
desconectar y rodearte de aquellas personas que te sirven de apoyo en estos
momentos. No servirá de nada esforzarse más de lo necesario si esto al final
conduce a agotarse y disminuir tu rendimiento. Planifica con tiempo qué días
descansarás para poder dedicarte con más energía.
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