martes, 3 de mayo de 2016

“EL PIR, UNA CARRERA DE FONDO”

Experiencias alumnos CEDE que han conseguido plaza en la Convocatoria 2015. 




SANDRA GÁLVEZ GALÁN


Puesto nº 67. 
Expediente: 2,23
Examen: Aciertos 202,
Fallos 15,
Blancos 8
Convocatorias : 1ª

Ha sido casi un año de momentos difíciles, con altibajos emocionales, esfuerzo constante e intenso, pero no temáis porque también hay situaciones gratificantes y, sin duda, la que más es haber conseguido superar esta carrera de fondo.

Una vez terminado el Grado en Psicología me planteé cuál sería la mejor opción para mi futuro laboral como psicóloga y hallé la respuesta en esta oposición, ya que podría adquirir gran conocimiento, formación y me facilitaría el acceso a un puesto con buenas condiciones de trabajo. Desde el principio estaba concienciada de que el PIR requeriría bastante dedicación y sacrifico. Recuerdo que lo primero que me hizo estar en contacto con esta realidad fue la llegada de los manuales que me acompañarían día tras día en este largo viaje. Confieso que al ver esa gran montaña de libros apilados encima de mi escritorio me asusté un poco y ese miedo se incrementó al ver las preguntas de examen de convocatorias previas del manual de Psicopatología. En ese momento me asaltaron varios pensamientos: “esto va a resultar más difícil de lo que parecía”, “¿cómo me va a entrar todo esto en la cabeza?”, “sacármelo a la primera va ser imposible”, etc. Contándoos esto no quiero desmotivar a nadie, sino todo lo contario, quiero animaros a que luchéis por lo aquello queréis por muy costoso que pueda llegar a ser el PIR y, sobretodo, quiero que tengáis presente que NO es una tarea imposible.

Tiempo dedicado

Inicialmente, me propuse seguir las recomendaciones de los profesores de CeDe sobre las cuestiones del tiempo de estudio: una media de 8 horas diarias de lunes a sábado, respetando a raja tabla el día de descanso que, en mi caso, era el domingo. Como mi rendimiento era mayor por la mañana, me levantaba a las 7:30 para aprovechar al máximo las horas de la primera mitad del día. Por las tardes invertía menos horas en el estudio porque no optimizaba tanto el tiempo y, además, destinaba parte de la tarde a hacer un poco de ejercicio en el gimnasio los días que no tenía academia para descargar tensiones y desconectar de la rutina. No obstante, en los últimos tres meses, aproximadamente, incrementé el número de horas dedicada al estudio, llegando a alcanzar las 12 horas, restringiendo, por ende, mucho más el tiempo dedicado al ocio. Soy consciente de que son muchas horas las que empleé para preparar el PIR pero es que mi forma de estudio es lenta, en profundidad y repasando lo que voy estudiando. El número de horas que se dedica al estudio es algo muy personal, cada uno ha de establecer su propio horario teniendo en cuenta los consejos de los profesores, anteriores opositores y, sobretodo, sabiendo cómo eres y el grado de optimización que puedes sacar al tiempo.
Un último aspecto que me gustaría comentar que, en su momento a mí me preocupaba, era: “¿hago bien cogiéndome vacaciones de Semana Santa?”, “¿de verano?”, “¿me tomo libre este puente?” Basándome en mi experiencia la respuesta es SÍ, no somos “robots” programados para estudiar siempre 8 horas diarias de forma efectiva sino HUMANOS que vamos acumulando cansancio con el paso de los días, con nuestros altibajos emocionales y motivacionales. Por eso, alguna vez he sentido la necesidad de que para recargar mi energía y motivación necesitaba más de un día de descanso (por ejemplo, en Semana Santa me cogí tres días, en verano casi todo el mes de Agosto y algún puente que otro), pero nunca me he estado toda una semana sin estudiar, a excepción de las vacaciones de verano. En cambio, en Navidad, y teniendo el examen llamando a mi puerta, sólo descansé los días festivos (Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes) y ya no tuve más descansos hasta el día del examen. Sin embargo, nuevamente, recalco que esto va a depender de la persona.

Material y método de estudio

Desde mi punto vista, creo que no existe ningún método de estudio que te asegure al 100% la obtención de una plaza. Lo más importante para mí era ser fiel a la metodología de estudio que había estado utilizando durante todos los años previos como estudiante y sentirme cómoda en cómo lo estaba haciendo. Por supuesto, también tuve presente los buenos consejos que facilitaban todos los profesionales de CeDe, intentando integrar muchos de ellos con mi estilo de estudio.

Con respecto al material que proporcionaba CeDe, he de decir que me volqué exclusiva y completamente en el estudio de los textos sin realizar ninguna ampliación porque consideraba que ya eran demasiados conocimientos nuevos por asimilar y un buen punto de partida para afrontar por primera vez esta prueba. Me resultaron muy claros, bien estructurada la información y reflejaban perfectamente los aspectos fundamentales que había que saber sobre cada área, ya que es imposible saber todo el conocimiento de nuestra disciplina. No obstante, en el supuesto caso de que hubiese necesitado otro año para la preparación del PIR, sí que me hubiese planteado añadir más información en aquellos manuales que concentran el mayor número de preguntas. En cambio, los esquemas que acompañan a cada área sólo los utilicé para seguir con mayor profundidad las clases presenciales, apuntando datos novedosos, anotaciones de los profesores, explicaciones más sencillas de aspectos más complicados de comprender, etc., y, como consulta en aquellas ocasiones en que no me quedaba del todo claro algún apartado del texto del manual.

En cuanto a mi método de estudio, me aprendía con gran profundidad cada manual, para ello repasaba el material que me aprendía en ese día y el de los días anteriores con bastante frecuencia, dedicándome, por tanto, íntegramente al manual que me tocara; es decir, no iba combinando el aprendizaje de información de un nuevo manual con el repaso de otros previamente estudiados, una vez estudiado un manual lo dejaba en mi estantería y comenzaba con la misma dinámica el siguiente. El objetivo de mi primera vuelta era “absorber” todo el conocimiento posible de cada área repasando los temas varias veces, de tal manera que cuando terminaba un libro me lo sabía bastante bien. Esta forma de estudio es muy lenta y costosa, por eso mi primera vuelta se dilató hasta Noviembre, inclusive; así como, en muchas ocasiones me resultó frustrante el ver como la academia y mis compañeros avanzaban con mayor rapidez, alcanzando la segunda vuelta, y yo seguía anclada en mi primera vuelta. Después de finalizar cada área me hacía las preguntas de convocatorias previas (las que figuran al final del libro) y me apuntaba todos los errores que cometía para revisarlos en mi segunda vuelta. También, lo combinaba con preguntas que realizaba de forma telemática a través de la página web llamada “foropir”. Durante esta primera vuelta no hice ningún esquema ni resumen.

En la segunda vuelta invertí menos tiempo, dos meses aproximadamente. En esta etapa hice pequeños cambios en mi metodología, ahora leía de nuevo y exhaustivamente los manuales deteniéndome en apartados clave o en aquellos que percibía que recordaba peor, hacía mis propios esquemas que reunían aspectos fundamentales de los temas y empapelé mi habitación con post-its a modo de recordatorios que podría ir leyendo en diferentes momentos. Luego, a pesar de haber estado estudiando toda la mañana y tarde, sacaba fuerzas de no sé donde para hacer preguntas de los exámenes de las últimas convocatorias (2012, 2013 y 2014), porque suelen incluir varias preguntas de los años más cercanos al propio.

Tanto en la primera como en la segunda vuelta seguí un orden diferente para el estudio/repaso de los manuales, el criterio para elegir uno u otro dependía de mi estado de ánimo y energía, es decir, para cuando estaba más baja prefería manuales que me resultaban más llevaderos.

Por último, otro recurso que ofrece CeDe y, que para mí ha sido realmente importante en mi preparación para el PIR, han sido los simulacros que crean los propios profesores ya que brindan la oportunidad de saber si tu rendimiento es adecuado o no comparándolo con el rendimiento del grupo y del alumno virtual (aquella puntuación media de los opositores que aprobaron en la convocatoria anterior en diferentes momentos).

Mi experiencia con CeDe

Si volviera a preparar el examen PIR volvería a inscribirme en la academia de CeDe y en el curso presencial de Marzo porque ha resultado ser una experiencia muy positiva y verdaderamente útil por todo el material que proporcionan, la oportunidad de contar con buenos profesores con los que aprendes muchísimo y transmiten con sus experiencias lo apasionante que es el mundo de la Psicología, así como la buena disposición de éstos para ayudarte en cualquier cuestión con todo lo que esté en su mano.

¡Por fin llegó el día del examen!

En los dos últimos meses se hacía notar especialmente el cansancio físico y mental, cada día era una gran montaña que tenía que superar. Deseaba que llegara el día del examen, esa fecha que jamás olvidaré.

El día previo al examen estudié por la mañana y la tarde la dediqué solamente a revisar los fallos que cometí al realizar el examen de la convocatoria del 2014, el resto del tiempo estuve de relax. Al día siguiente, me levanté con mucha energía y muy contenta. La mañana la destiné a estar tranquila y escuchar música que me motivara. Fui con antelación a la Universidad que me tocó (que por suerte fue la facultad donde curse el Grado en Psicología) para ver cuál sería mi aula, acompañada de mis padres y mi pareja. Estuvimos comiendo en un restaurante de alrededor. No comí en exceso para no ir demasiado llena porque si no me entra sueño. Antes de entrar me tomé una onza de chocolate para activarme y fui preparada con agua (bebiendo lo justo) y un par de chucherías por si las necesitaba durante el examen como resorte de energía.

El tiempo del examen se me pasó muy rápido, pero me dio tiempo de más para dar varias vueltas a la preguntas. Estuve muy concentrada durante bastantes horas pero al final ya me noté un poco abrumada por tanto esfuerzo y tantas horas. No me sobró mucho tiempo, empleé casi todo el tiempo disponible porque ya que me lo daban ¿por qué no tomármelo con calma?

Cosas que son importantes a tener en cuenta

En este apartado no pretendo daros consejos, porque no soy quién para hacerlo, sino simplemente compartir las cosas que creo que me fueron clave:

-          Ser constante en el estudio, hacerlo de forma diaria para crear un buen hábito de estudio e ir mejorando las capacidades mnemotécnicas, de identificación y asimilación de los elementos fundamentales.

-          Hay que ser constantes con nuestras horas de estudio pero sin obsesiones. A veces no estamos al 100% por múltiples factores y tenemos que aceptarlo. En estos momentos es mejor dejar lo que se está haciendo para desconectar con cualquier otra actividad y pensar que “mañana será otro día”, en lugar de estar sentado delante del libro sin sacar nada de provecho.

-          Dedicar tiempo a hacer preguntas de examen. Es otra forma de estudio más dinámica que puede ser una alternativa para cuando estamos más cansados, así como te ayuda a saber qué es lo que más preguntan, cómo formulan las preguntas, cómo de preparado lo llevas, etc.

-          Siempre he escuchado en boca de los profesores que “es tan importante el estudio como el descanso” y, he de decir que es una verdad como un templo. Si no hay descanso no recuperas la energía y ganas para seguir adelante y, en consecuencia, el rendimiento irá mermando progresivamente.

-          Destinar un momento al día (sobretodo los primeros meses) para el ocio como recompensa después de una jornada de estudio (por ejemplo, ver una serie, hacer deporte, quedar con la pareja y los amigos, etc.).

-          Durante mi preparación al PIR pude experimentar muchos altibajos tanto emocionales como motivacionales (principalmente en la recta final), por eso se dice de forma muy acertada que una oposición es como “una montaña rusa”. Unos días te sientes en la cima con ganas de “comerte” todos los manuales, llena de energía, más que capaz de superar el examen, etc. Pero… Luego también vives la cara amarga de la moneda, piensas que es algo inalcanzable, el cansancio hace mella, el estado ánimo bajo, etc. En mi caso, mi familia (especialmente, mi madre) y mi pareja han sido un apoyo fundamental para superar esos días más grises.

-          Conócete y confía en ti mismo. El PIR además de aprender mucha información sobre el amplio campo de la Psicología, fue un proceso muy rico en autoconocimiento. Pude explorar y conocer en profundidad mis límites, mis capacidades, posibilidades, valorar facetas que no valoraba antes, etc., y, utilizar todo ello en beneficio de alcanzar mi objetivo principal: conseguir una plaza entre los 120 primeros opositores.

-          Nunca vas a dominar todo a la perfección, así que lo relevante es tener claro los conceptos centrales y optimizar todo lo hayas podido “absorber” durante estos meses de cara al examen.

Me despido dándoos muchos ánimos y diciéndoos que con vocación, ganas y esfuerzo… ¡Todo es posible!



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