"Carrera de obstáculos, merecida recompensa"
Mª del Carmen Ortiz Fune
Puesto: Nº 5 (turno
discapacidad). Convocatoria 2015
Aciertos: 186, Fallos: 31,
Omisiones: 8
Expediente: 2.65
Desde el momento en que empecé la
carrera de psicología supe que en esta profesión estaba mi futuro, aunque
siendo sincera nunca pensé que al final terminaría preparándome el PIR. De
hecho, más de un compañero podría recriminarme la frase “yo nunca voy a hacer
el PIR”. Aun amando la clínica, en un principio decidí dedicarme (o intentarlo)
a la investigación en psicología básica. Pensándolo bien, lo mío siempre ha
sido ir detrás de grandes objetivos, grandes y difíciles, pero no imposibles. A
pesar de todo, una vez terminé la carrera y pensé detenidamente en cual sería
mi siguiente paso, curiosamente empecé a plantearme hacer el PIR. El master
también fue una opción, pero la verdad es que no me atraía demasiado, además de
que las ventajas de ser Especialista en Psicología Clínica mediante el PIR son
incuestionables, así que decidido. Sabía que el camino que empezaba era muy
duro, por eso creo que algo imprescindible es tener claro de verdad que esto es
lo que quieres.
Lo primero que hice fue buscar
información (algo clave para empezar) sobre el examen, la residencia y sobre
todo sobre la experiencia de personas que lo habían conseguido. Vi todos los
videos de experiencias de los alumnos de CeDe y en marzo me matricule en el
curso a distancia. Cuando llegaron los manuales a casa, lo primero que hice fue
leer todas las experiencias que vienen al final de la guía. Sin duda, un gran
impulso de motivación para ponerse manos a la obra. Creo que a veces, cuando
nos planteamos objetivos difíciles, es un buen ejercicio el pensar que al igual
que otros antes, nosotros también podemos conseguirlo. No se trata de
autoengañarse, sino de ser realista. Quizás no se consiga a la primera y quizás
haya muchos obstáculos en el camino (que los hay) pero si trabajamos duro
llegaremos al final.
Leyendo y viendo testimonios me
di cuenta que no existía una única fórmula o estrategia para enfrentarse a la
preparación del examen, pero sí que creo que hay un punto en común: constancia.
A todos nos asusta recibir los manuales en casa y al principio parece imposible
seguir un plan de estudios de 8 o 10 horas al día, pero puede conseguirse si se
incrementa el número de horas de estudio paulatinamente. También creo que no
todo el mundo tiene la necesidad de estudiar las mismas horas, lo mejor es ir
probando y encontrar lo que tú necesitas.
En mi caso concreto yo estudié
plenamente con los manuales de CeDe, no amplié nada y seguí “más o menos” el
plan de tres vueltas que proponen, añadiendo alguna modificación si me
atrasaba. El número de horas que dediqué al estudio puede decirse que fue una
media de 8 horas, pero depende de la asignatura. Por ejemplo a las áreas de
clínica siempre les dedicaba más horas (a veces 10 o 12). Otra cosa importante
son los descansos. Yo descansaba casi todos los domingos y alguna vez incluso
un fin de semana entero. Es mejor no engañarse a sí mismo, si un día estás muy
cansado o sientes que no vas a rendir al máximo es mejor descansar ese día y
retomarlo al siguiente. Por ejemplo yo en la carrera a veces estudiaba más horas
de las que podía y eso me trajo consecuencias negativas, como problemas de
ansiedad y concentración. Con el PIR creo que no gana el que estudia más horas,
sino el que consigue llegar hasta el final habiendo aprovechado el tiempo de
estudio y con energía suficiente para hacer el examen. Los premios también son
importantes, si un día has cumplido con lo que tenías planeado dos horas antes,
no sigas estudiando y haz algo que te apetezca.
Las estrategias a la hora de
estudiar también son un punto fuerte. En la primera vuelta yo no tuve tiempo de
hacer resúmenes, así que subrayaba con colores diferentes la materia en los
manuales. En la segunda vuelta me daba tiempo de hacer resúmenes a mano con las
cosas más importantes, sobre todo en la tercera vuelta me fueron de gran
utilidad para repasar más rápido. Otra cosa que intentaba hacer durante los
últimos meses era dejar una tarde a la semana para repasar de nuevo materia que
había estudiado un mes antes, para intentar mantener frescos los conocimientos.
A la hora de entrenar para el
examen los simulacros y exámenes de otros años son una buena práctica. Hay que
aprender a controlar los tiempos y a planificarse descansos durante las 5
horas, una vez has hecho varios, te das cuenta de que es posible hacerlo y repasar
sin problema. Yo por ejemplo intentaba hacer por lo menos dos descansos para
comer algo e ir al baño y como estrategia concreta siempre hacía una cosa, una
vez había respondido una pregunta con cierta seguridad no volvía a repasarla,
cuando terminaba el examen solo volvía a ver algunas preguntas que tenía
marcadas como “dudosas”. También cuidado con las preguntas “muy fáciles” porque
pueden llevar a errores tontos.
Los exámenes comentados son una de las mejores
herramientas, no sólo sirven como entrenamiento a la hora de preparar el
examen, sino que también sirven para repasar materia que no lleves bien asentada. Para esto último
también me sirvió CeDe memory, no lo utilicé desde el principio, pero durante
los últimos meses una vez ya tienes todo estudiado al menos una vez, te ayuda a
repasar cosas específicas, en mi caso sobre todo de materias periféricas como
biología, personalidad y social.
La parte emocional también es una
parte importante de la preparación del PIR, a veces incluso más que el estudio.
Habrá días que sientas que puedes comerte el mundo y otros que estarás por los
suelos y lo darás todo por perdido. Yo creo que ambas sensaciones son
importantes y hay que darse permiso para sentirlas. Por ejemplo, yo en Agosto
tuve un bajón importante ya que estaba terminando la primera vuelta y tenía la
sensación de que no estaba reteniendo nada, sin embargo cuando empecé la
segunda vuelta me di cuenta de que sí que recordaba bastantes cosas y que
además estudiaba a un ritmo mucho más rápido, así que eso me animo de nuevo.
Hablar con gente que está pasando lo mismo que tú es un buen aliciente, en mi
caso esto fue más complicado porque no contaba con nadie cercano ni estaba en
clases presenciales, por ello me sirvió participar en algunos foros por
internet. Apoyarte en tu familia, pareja o amigos también reconforta bastante,
pero no es lo mismo. Yo personalmente también recomiendo hacer deporte, comer
de forma saludable para tener energía, descansar muy bien y dormir lo que se
necesite.
Por último me gustaría enviar un
mensaje específico para las personas con discapacidad. Sin duda hay muchos
tipos de limitaciones que se pueden tener, somos un grupo muy heterogéneo,
algunos tendrán más dificultades para estudiar y otros no tendrán ninguna, pero
al fin y al cabo a veces la sociedad nos da a todos un mal trato y se nos ponen
las cosas algo más difíciles que al resto. Por eso quiero animaros y mandaros
fuerza, nosotros también podemos conseguirlo y no debemos escondernos, hay que
sentirse orgulloso del resultado, sea el que sea, porque al fin y al cabo lo
más importante es superarse siempre a sí mismo y esa será tu recompensa.
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