martes, 12 de abril de 2016

El factor determinante para elegir hospital 

Este artículo es una extensión del anterior “Las 6 claves para saber en qué hospital hacer el PIR“. En este me gustaría pensar sobre una de las cuestiones más planteadas en estos momentos entre los que buscáis el hospital donde hacer la residencia. Esto es, ¿cómo de importante es la orientación teórica a la hora de decidirnos por un hospital? ¿Debe ser este un criterio al decantarnos por un centro y no por otro?

Los residentes se dividen en dos grupos: los que buscan un hospital que encaje en una determinada orientación teórica que les interesa o los que preguntan por la orientación del hospital, pero no es una cuestión tan importante para ellos. Aquí intentaremos explicar por qué este es quizá uno de los puntos más importantes al elegir un hospital, por qué debemos tenerlo en cuenta y cómo sacarle el máximo provecho.

Para la mayoría de residentes, el PIR es la primera oportunidad que tienen para trabajar como psicólogos clínicos y el contacto con pacientes antes de la residencia suele ser escaso o nulo en casi todos los casos.  En este sentido, cuando se habla de “quiero un hospital con una orientación determinada”, la decisión se basa en la influencia que profesores, libros de la carrera o la propia preparación al PIR han podido dejar, pero pocas veces se toma por la experiencia como clínico. Y con esto no queremos decir que esta postura sea errónea, de ningún modo, lo que queremos plantear es una forma de ver la residencia que maximice vuestra posibilidad de aprender.

La residencia es ante todo un periodo de aprendizaje, un periodo en que os formaréis como psicólogos clínicos con la práctica diaria y con la supervisión de vuestros tutores. En este sentido, elegir una orientación teórica frente a otras sería restringir a priori todo el abanico de posibilidades que tiene para ofrecer la psicoterapia. Pero no sólo esto, lo que sucede en la mayoría de los casos es que muchos psicólogos con los que rotéis os dirán “ yo no sé de qué orientación soy”, porque, efectivamente, lo que suele ocurrir es que durante la formación la persona va captando de las más diversas fuentes aquellos aportes que le pueden ayudar en su práctica clínica y estas habitualmente no se corresponden con una sola corriente.  Además, hay quien piensa que el tipo de terapia que más le gusta a cada persona tiene que ver más con las características personales de cada uno que con otro tipo de cuestiones, pero esto daría para otro artículo…

Sin embargo, sería un error decir que no debéis tener en cuenta la orientación terapéutica de los diferentes hospitales, todo lo contrario. Más bien queremos plantearlo de la siguiente forma: siempre que sea posible, elegid aquel hospital que os ofrezca más oportunidades de aprender de las distintas psicoterapias. Por este motivo, siempre será más provechoso para vosotros aquel lugar donde podáis aprender de diferentes formas de trabajar, para ir cogiendo lo que más os interese o lo que más se adapte a vuestro propio estilo. Retomando lo que decíamos al inicio, no olvidéis que esta es una oportunidad excelente para aprender y ¿qué mejor forma de hacerlo que conociendo el mayor número posible de formas de hacer terapia?


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