Voy a
contar mi primera rotación y como están yendo estos primeros días, lo que son
las dos primeras semanas: adaptación, compañeros, no perderte en el laberinto
del hospital, etc.
Bien, mi primera
rotación ha sido Neuropsicología clínica, estaré en esta rotación los cuatro
primeros meses de R1 (el primer año), así que tengo hasta finales de Septiembre
para empaparme de todo lo que pueda sobre esta área.
El primer día te
haces la tarjeta identificativa, ¡qué momento!, en ella constan nombre,
apellidos, la especialidad que estás haciendo y una foto. Cuando te la cuelgas, con el típico cordón de
ropa del que cuelga un mosquetón para engancharla, es como coronarte con una
gran medalla de oro, muy merecida. Luego llega el “momento bata” en las
máquinas dispensadoras de uniformes, en la planta baja del hospital, y ya con
todo el “kit” te diriges al servicio.
Recuerdo que mientras
iba al servicio con la bata puesta y la tarjeta colgando del cuello, se me
pasaron por la cabeza millones de cosas. El trayecto fue corto pero recorrí
mentalmente un gran viaje; desde el momento en que decidí ir a por todas con el
PIR hasta las tardes de verano en las que el
desespero podía con la ilusión, hasta el día del examen y el día en que
supe que una plaza llevaba mi nombre. Como veis las emociones siguen aflorando
todo y ya habiendo comenzado la residencia…
Cuando llegué al
servicio con mi tutora (que previamente ya me había reunido con ella) me
presentó, había mucha gente y es que en este hospital en el servicio de Neuropsicología hay muchas personas que hacen
las prácticas de su máster (de hospitales diferentes y de diferentes lugares de
España). Me dio respeto que hubiera tanta gente, pero pasados pocos días me
sentí genial y muy cómoda con todos ellos.
La dinámica que sigo es la
siguiente: entro con ellos a ver sesiones de adultos tanto de evaluación como
de rehabilitación neuropsicológica, al igual que con niñ@s aunque es este caso
no se hace rehabilitación; además de esto también se evalúan en este servicio a
niños y adultos diagnosticados de TDAH. A priori y después de haber pasado de
dos a tres semanas observando y comenzando a aplicar alguna prueba, tengo la
sensación que pasados los cuatro meses podré tener una praxis de la
neuropsicología con un buen criterio profesional. Considero una gran
oportunidad poder estar en el servicio con personas de master puesto que todos
ellos tienen mucho dominio de la neuropsicología; aplicación, ejecución y corrección
de pruebas así como redacción de informes.
Las evaluaciones
son muy completas y los informes se hacen con nuestro adjunto. Se contempla la
información de manera global, con una visión clínica y teniendo en cuenta todas
y cada una de las pruebas de evaluación aplicadas.
Ahora a finales
de Junio, mucho de mis compañeros de servicio cogen sus vacaciones al igual que
mi adjunto, así que toque ponerse las pilas “a tope” para poder comenzar a
coger a algún paciente antes de que se vayan de vacaciones, cosa que tengo
muchas ganas de hacer.
Me despido con un “hasta luego”, en unos días os sigo
contando como avanza la rotación.
Saludos y
muchísimo ánimo compañeros ¡Vale la pena!
BARBARA CITOLER NAVAL , Residente PIR
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