jueves, 29 de junio de 2017

La primera rotación de Residente en el Hospital .B2


          Voy  a contar mi primera rotación y como están yendo estos primeros días, lo que son las dos primeras semanas: adaptación, compañeros, no perderte en el laberinto del hospital, etc.

         Bien, mi primera rotación ha sido Neuropsicología clínica, estaré en esta rotación los cuatro primeros meses de R1 (el primer año), así que tengo hasta finales de Septiembre para empaparme de todo lo que pueda sobre esta área.

        El primer día te haces la tarjeta identificativa, ¡qué momento!, en ella constan nombre, apellidos, la especialidad que estás haciendo y una foto.  Cuando te la cuelgas, con el típico cordón de ropa del que cuelga un mosquetón para engancharla, es como coronarte con una gran medalla de oro, muy merecida. Luego llega el “momento bata” en las máquinas dispensadoras de uniformes, en la planta baja del hospital, y ya con todo el “kit” te diriges al servicio.

       Recuerdo que mientras iba al servicio con la bata puesta y la tarjeta colgando del cuello, se me pasaron por la cabeza millones de cosas. El trayecto fue corto pero recorrí mentalmente un gran viaje; desde el momento en que decidí ir a por todas con el PIR hasta las tardes de verano en las que el  desespero podía con la ilusión, hasta el día del examen y el día en que supe que una plaza llevaba mi nombre. Como veis las emociones siguen aflorando todo y ya habiendo comenzado la residencia…

     Cuando llegué al servicio con mi tutora (que previamente ya me había reunido con ella) me presentó, había mucha gente y es que en este hospital en el servicio de  Neuropsicología hay muchas personas que hacen las prácticas de su máster (de hospitales diferentes y de diferentes lugares de España). Me dio respeto que hubiera tanta gente, pero pasados pocos días me sentí genial y muy cómoda con todos ellos.

      La dinámica que sigo es la siguiente: entro con ellos a ver sesiones de adultos tanto de evaluación como de rehabilitación neuropsicológica, al igual que con niñ@s aunque es este caso no se hace rehabilitación; además de esto también se evalúan en este servicio a niños y adultos diagnosticados de TDAH. A priori y después de haber pasado de dos a tres semanas observando y comenzando a aplicar alguna prueba, tengo la sensación que pasados los cuatro meses podré tener una praxis de la neuropsicología con un buen criterio profesional. Considero una gran oportunidad poder estar en el servicio con personas de master puesto que todos ellos tienen mucho dominio de la neuropsicología; aplicación, ejecución y corrección de pruebas así como redacción de informes.

        Las evaluaciones son muy completas y los informes se hacen con nuestro adjunto. Se contempla la información de manera global, con una visión clínica y teniendo en cuenta todas y cada una de las pruebas de evaluación aplicadas.

       Ahora a finales de Junio, mucho de mis compañeros de servicio cogen sus vacaciones al igual que mi adjunto, así que toque ponerse las pilas “a tope” para poder comenzar a coger a algún paciente antes de que se vayan de vacaciones, cosa que tengo muchas ganas de hacer. 

        Me despido con un “hasta luego”, en unos días os sigo contando como avanza la rotación.

Saludos y muchísimo ánimo compañeros ¡Vale la pena!

BARBARA CITOLER NAVAL , Residente PIR

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